Se acerca el verano, la calidez del entorno nos anima a tomar vinos más ligeros y frescos y es el momento perfecto para disfrutar del vino rosado, una categoría históricamente subestimada y que poco a poco va ocupando el espacio que merece.
Aunque su consumo sigue siendo esencialmente estacional, las elaboraciones cada vez mejores, la diversidad de estilos y la irrupción en el mundo rosé de celebridades como Brad Pitt, Sarah Jessica Parker, Jon Bon Jovi o Kylie Minogue, han supuesto un importante impulso a esta tipología de vinos. Por primera vez se percibe el rosado como una opción sofisticada.
Muchos mitos han acompañado al vino rosado, como la idea de que se elabora mezclando vino tinto y blanco cuando en realidad se obtiene a partir de un mosto de uvas tintas o mezcla de uvas tintas y blancas. El mosto fermenta en ausencia de los hollejos (que es donde reside la materia colorante) y su color dependerá del tiempo que pasa en contacto con ellos en una primera maceración. Desde este momento, su elaboración es similar a la de un vino blanco.
En Marqués de Murrieta, elaboramos Primer Rosé exclusivamente con la variedad tinta mazuelo (minoritaria en Rioja) procedente de nuestro pago La Plana, dentro de la Finca Ygay. Tras su delicado y sutil color, nos encontramos un vino expresivo y fresco en nariz, pero estructurado y sabroso en boca. Es un muy gastronómico e ideal para acompañar una sopa fría con tomate y fresas, un arroz cremoso o una ensalada con colitas de gambas. Su primera añada fue 2015 y desde entonces ha recibido numerosos reconocimientos de la prensa especializada que lo han llevado incluso a ser nombrado el mejor rosado de España por la Guía Gourmets en 2020.
Tomando prestadas las palabras de la inolvidable Audrey Hepburn: definitivamente, yo creo en el rosa.