“El que buen vino bebe, a beberlo siempre vuelve”, dice el refranero castellano. No sabemos si se trata del mismo vino siempre, pero lo que sí sabemos es que el consumo de vino cada vez es más frecuente y cada vez se extiende por más países y culturas.
Porque si en el año 2000 el 70% de la producción de vino se consumía dentro de los países europeos, tradicionalmente más vinculados al mundo del vino, en el año 2014 ese porcentaje ya ha descendido hasta el 60%, desplazándose hacia nuevos polos de consumo.
Así, y tras cerrar el año con un consumo mundial de vino de más de 24.000 millones de litros de acuerdo con los datos del Congreso Mundial de la Viña y el Vino de la OIV, Estados Unidos confirma su posición de primer consumidor internacional, seguido de China, mientras que Francia e Italia, ligados tradicionalmente a la cultura del vino, muestran una caída de su consumo en relación con nuevos países. Destacan también Rusia y Australia, donde el consumo ha crecido bastante en los últimos años.
¿Brindas con nosotros para celebrar estos datos?