España, Francia, Italia y Alemania se reparten el mercado. Y no hablamos de la Champions, sino de vino. Porque más de la mitad de todo el vino que se produce en el mundo, viene de estos cuatro países.
Pero no solo los cuatro grandes europeos están de enhorabuena: la producción mundial de vino aumentó en este 2015 un 2% hasta alcanzar los 275,7 millones de hectolitros, de acuerdo con la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), que asegura que “la producción de 2015 se sitúa en una buena media” tras la caída de 2014.
Italia, que en 2014 perdió su liderazgo frente a Francia, vuelve a ser este año el primer productor mundial con 48,9 millones de hectolitros, frente a los 47,4 millones de Francia, superando también a España, tercero con casi 40 millones y a Estados Unidos, cuarto. Alemania, con casi 9 millones, cierra el cuatripartito europeo, pese a situarse por detrás de Estados Unidos y Argentina, entre otros.
En Sudamérica, Argentina reduce su producción hasta 13,3 millones, mientras que Chile registra un nuevo récord de producción con 12,8 millones de hectolitros. Tal y como refleja la Organización, el mundo del vino es cada vez más internacional: mientras que en el 2000 solo el 27 por ciento de vinos consumidos atravesó una frontera, en el último año, las exportaciones representaron un 43 por ciento del vino consumido en el planeta.
