En Marqués de Murrieta seguimos con las labores de espergura en nuestra Finca Ygay, este proceso de campo consiste en eliminar los brotes herbáceos que nacen tanto en la madera vieja (tronco y brazos) como en los pulgares o varas con el objetivo de definir exactamente las yemas que se dejan en la poda de invierno y mantener el sistema de formación del viñedo. Hacemos una selección de los mejores brotes y eliminamos el resto para favorecer la calidad de las uvas.
¿Para qué sirve la espergura?
Esta labor tiene muchos beneficios para la vid y para el correcto desarrollo de los racimos. Con ella buscamos equilibrar la planta después de la poda de invierno para estimular el crecimiento de los pámpanos que permanecen en la planta y evitar el envejecimiento prematuro de la cepa. Eliminamos los brotes de las zonas no deseables, con lo que mejora la aireación, la penetración de la luz y se favorece un microclima del racimo más adecuado para una correcta maduración.
También se conoce como la primera fase de la poda en verde, y es un trabajo que conlleva riesgos; hay que esperar hasta que los brotes tengan entre 15 y 20 centímetros, porque si los eliminamos antes de que alcancen ese tamaño, son más vulnerables ante la bajada de temperatura en primavera y tendremos que volver a revisar y eliminar los pámpanos que no habían brotado la primera vez. En cambio, si lo hacemos más tarde, habrá más competencia para la planta, el número de heridas será mayor y cicatrizará en peores condiciones.
Un claro ejemplo del gran trabajo que hacemos en Marqués de Murrieta día a día en el campo y que se refleja posteriormente en la calidad de nuestros vinos.
