Nacido en Málaga el 25 de octubre de 1881, Pablo Ruiz Picasso es, sin duda, uno de los artistas más reconocidos de la historia. Su talento y su carisma le han posicionado como uno de los genios del siglo XX y máximo exponente del cubismo llegando, incluso, a ser considerado símbolo de arte y creatividad disruptiva. Hablar de él es hablar de arte y cultura.
Algunas de sus obras más famosas son: El Guernica, Las Señoritas de Avignon o Los Tres Músicos… A lo largo de su carrera el artista fue reinventándose y manejando distintos lenguajes creativos. Y si algo le ha distinguido es que en todas las ramas artísticas que ha tocado ha conseguido resultados brillantes.
La Bouteille de Vin (La Botella de Vino), una pintura que data – aproximadamente – de 1922, es uno de los cuadros referente del vino en el Arte. En ella el autor destaca la botella de vino y juega con el ilusionismo y la ruptura de las estructuras. La obra es un reflejo de su personalidad alegre e inconformista y de su capacidad para disfrutar de los pequeños placeres.
“Cuando hacíamos cubismo no teníamos ninguna intención de hacer cubismo, sino únicamente de expresar lo que teníamos dentro” decía Picasso y es que el vino es emoción. El vino es arte y el arte es vino, ¿te atreves a probarlo?